"Starburst"


Bienvenidos a la era atómica, en la que Rusia y USA tuvieron a todo el mundo en vilo con su pulso nuclear y con la pugna de ambos por la conquista del Espacio.

La tecnología avanzaba a pasos agigantados esperanzando a la población e influenciando las modas con nuevas formas y materiales, la amenaza nuclear era tan temida como publicitada en USA y la Carrera Espacial arrancó en 1957 con el lanzamiento del cohete Sputnik. Todo eso hizo que el mundo del diseño captara este momento para la posteridad desde tejidos, pasando por menaje del hogar y hasta una joyería en la que se pusieron de moda los broches atómicos o "Starburst" con esos motivos estelares concéntricos imitando la estructura del átomo y con brillos con los que hubiéramos podido identificar rápidamente en qué época estábamos con sólo mirar las solapas.

Otros descubrimientos que repercutieron directamente en la época fueron los del campo de los materiales, especialmente los plásticos que habían avanzado mucho durante la Segunda Guerra Mundial y que dieron patentes célebres como la Lucite de Dupont. Esos materiales, comenzaron a verse en los años 40 pero, a medida que avanzaba el tiempo hacia las siguientes décadas, estuvieron cada vez más presentes hasta que experimentaron un verdadero boom en los años 60 sobretodo en campos como la joyería, así que los starbursts acrílicos también fueron bastante comunes.

Pero aunque los humanos nos distraigamos con este tipo de cosas para paliar nuestras verdaderas preocupaciones, la tecnología de la época tenía un poder altamente destructivo así que fue una era de gran incertidumbre y miedo pero también una era que imaginó un futuro que no fue tal pero que dejó un enorme legado de genios como Courrèges, Rabanne o Cardin con sus líneas imposibles de costuras perfectas y sus innovadores materiales. Que nos dejó películas, series y cómics de coches voladores como los Jetsons y un montón de objetos para recordarla y revivir una y otra vez la fantasía de lo que pudo ser y no fue.