¿Por qué blanco?

¿Por qué blanco?

Pero... ¿por qué blanco?

La Reina Victoria de Inglaterra transgredió en muchas cosas y, aunque no fue la única, fue la que puso de moda el vestido de novia blanco en occidente. Eso fue en 1840 y en su diseño intervinieron la misma reina, el artista William Dyce y muchísimas personas que estuvieron trabajando durante meses para hacer realidad ese sueño prerafaelita en tonos crema y encaje Honiton cuyos patrones se dice que fueron destruidos para no ser copiados por orden real. El vestido era de corte sencillo y la Reina no eligió joyas ostentosas para la ocasión, pues no quería pronunciar sus votos como la monarca que era sinó como una mujer enamorada.

Antes de eso, básicamente la gente se casaba con las mejores galas que pudiera pagar, no es que hubiera un color concreto pero, sobretodo las familias ricas, intentaban llevar los colores más costosos y los materiales más lujosos de conseguir pues, en muchos casos, era una demostración de estatus y de poder que poco o nada tenía que ver con el amor. Así pues las perlas, los brocados pesados o los hilos de oro y plata estaban a la orden del día. Luego hasta bien avanzado el siglo XX la gente no tan pudiente simplemente llevaba sus mejores galas y es por eso que vemos tantos vestidos oscuros según la moda de la época, aunque en ocasiones también podía ser por una cuestión de luto.

Pero parece que Inglaterra siempre ha sido influyente en lo que a bodas se refiere pues si bien hubieron otras influencers como Jackie Kennedy, Bianca Jagger o Brigitte Bardot, entre otras, en los 60 Mary Quant, en pleno estallido del Swinging London, puso de moda la mini falda y desató la locura por los vestidos de novia mini. No quedó ahí la cosa, en 1981 Lady Di se casó con un gran vestido de novia diseñado por David y Elizabeth Emanuel después de que la futura princesa se enamorara de una de sus camisas en una sesión de fotos y se convirtió en icono a la altura de su portadora. Los diseñadores estaban decididos a causar impresión y satisfacer los deseos de grandiosidad de Diana y definitivamente lo consiguieron. 


Y de la ostentación a la simplicidad que siguió en los 2000 y al eclecticismo que vivimos hoy. Novias de inspiración vintage, gótica, años 20, ceremonias inspiradas en series o submarinas todo vale en el ya no tan nuevo milenio.

by The Barbiest 

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