"Marinière"


Las prendas con rayas marineras se han convertido en algo muy común, todo un clásico en moda tanto para hombre como para mujer que aflora, sobre todo, en temporada estival pero detrás de las "marinières" hay mucha historia.

Coco Chanel fue la que puso de moda las "marinières" cuando adaptó, para su colección náutica de 1917, las prendas que veía en los pescadores y marineros de Deuville, lugar vacacional de la flor y nata europea que empezó a frecuentar gracias a su amante Arthur "Boy" Chapel y donde en 1913 abrió una tienda de gran éxito en la que se podían encontrar, entre otras cosas, estos suéteres de rayas bretonas que contribuirían a la liberación de la mujer de los incómodos corsés.

Sí, el origen de las rayas bretonas o "marinières" estaba, como su nombre indica, en la Bretaña francesa y su tejido tenía una razón práctica pues estos suéteres de lana se tejían muy firmemente, prácticamente impermeables para que los pescadores y marineros fueran lo más abrigados posible cuando se hicieran a la mar y a la vez fueran fácilmente localizables si tenían la mala suerte de caer por la borda, pero fue la armada francesa quién decretó en 1958 que tenían que tener 21 franjas blancas de 20 milímetros y 21 franjas azules de 10 milímetros, según se dice, por las victorias de Napoleón sobre el imperio británico.

Así que, con la ayuda de Coco Chanel, una prenda de trabajo se convirtió en un icono de moda y una reivindicación feminista pues esa prenda tan relacionada con la masculinidad de los marineros pasó a ser llevada por muchas mujeres, entre ellas las parisinas que veraneaban en Deauville y que se las llevaron de vuelta a la Ciudad de la Luz para convertirlas en un símbolo del París más sofisticado.

Desde esta aportación de Chanel muchos diseñadores la siguieron y contribuyeron a la reafirmación de las rayas marineras. De entre ellos cabe destacar entre otros a Yves Saint Laurent quien las incluyó en sus colecciones desde los 60 y a Jean Paul Gaultier, el "Enfant Terrible" de la moda a quién le gustaban las prendas de marinero con las que lo vestía su madre cuando era niño y quién reinventó de nuevo el icono y, con su espectacular imaginario, lo convirtió en un símbolo de su propia marca a la vez que un símbolo LGTBI con perfume incluído, Le Male.

Tan calurosa acogida siempre tiene repercusión en las celebridades y muchas estrellas femeninas de Hollywood, sobretodo entre los 50 y los 60, como Audrey Hepburn o Brigitte Bardot la llevaron con gusto pero también se apuntaron muchos actores como James Dean en Rebelde Sin Causa y personajes de otros ámbitos como Pablo Picasso y hasta Kurt Cobain.

Y es que con el paso del tiempo las rayas marineras se convirtieron en algo unisex reversionándose y adaptándose a la moda.
Seguramente aquellos trabajadores del mar de principios del siglo XX levantarían las cejas asombrados pero...
¿A quién no le gustan las marinières?