Skelita Calaveras
Con todo el imaginario del Dia de Muertos Skelita es la sugar skull hexicana (sí, en el universo Monster High con h) y fue diseñada por la diseñadora Natalie Villegas quién hizo a este personaje inspirándose en la parte de su herencia mexicana.
Skelita, como su nombre bien indica representa un esqueleto del día de muertos.
Tiene cierto aire Amy Winehouse, rostro maquillado cuál calavera de azúcar y falda hecha con banderines del Día de Muertos.
Esta festividad Patrimonio intangible de la humanidad se lleva a cabo para honrar a los muertos y, si bien al llegar los españoles con su catolicismo influenciaron de alguna manera la celebración, el México prehispánico ya tenía una fuerte y rica cultura de la muerte. Todo eso más los acontecimientos que se fueron sucediendo hasta nuestros días han ido sumando a esta celebración única donde se come, se canta y se prepara la "visita" de las almas que ya partieron. Pero para eso imprescindible un altar con... las famosas calaveras de alfeñique de vivos colores que las han hecho famosas en el mundo como representación de tan especial celebración y fruto de la mezcla de los rituales prehispánicos y el alfeñique, una receta moldeable de origen árabe muy popular en Al-Andalus y llevada por los españoles a un México que sin duda la perfeccionó y dotó de vivos colores para celebrar la vida de aquellos que ya no están con nosotros.
La historia de Skelita como personaje gira alrededor de todo este imaginario, pues interactúa activamente en las preparaciones del Día de Muertos y su color preferido (el de los mechones de su cabello) es el color caléndula, relacionado con el Sol y con la flor Cempasúchil que guía a los muertos de regreso a sus hogares.
Skelita levantó mucha controversia cuando ciertos sectores aseguraban que invitaba a los desórdenes alimentarios, pero es que Skelita no pretendía ser un standard de cuerpo a seguir, es un esqueleto que representa a la muerte y una parte de la rica cultura alrededor de ésta de un país y esto, si los adultos lo explican bien a los niños, no tendría que suponer ningún tipo de problema, al contrario, Skelita podría ser una buena aliada para empezar a enseñar a los niños la bella y rica cultura mexicana y explicarles de manera comprensible y no macabra algo que apartamos de sus vidas pero que nos va a llegar a todos irremediablemente, la muerte. De hecho denominador común de todos los personajes de la línea Monster High es que al ser hijos de monstruos famosos poseen atributos determinados que los hacen únicos pero que a su vez les hacen temer ser discriminados por ello así que bien explicado puede suponer una lección de empoderamiento y aceptación de todas las diferencias y particularidades que presente uno mismo o los que te rodean.
Desde su creación de la mano de Garrett Sander, los personajes de la línea Monster High siempre han demostrado tener un trasfondo cultural amplio donde poder escarbar a posteriori. Ya sea en forma de literatura romántica, leyendas de países gélidos o culturas antiguas como la egipcia o la mexicana estas muñecas ofrecían una oportunidad de oro de aprender a través del juego. Y es que en este siglo ¿podría ser que al dicho que dice que "el fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando" le faltaría un "primero jugando"?
Skelita, como su nombre bien indica representa un esqueleto del día de muertos.
Tiene cierto aire Amy Winehouse, rostro maquillado cuál calavera de azúcar y falda hecha con banderines del Día de Muertos.
Esta festividad Patrimonio intangible de la humanidad se lleva a cabo para honrar a los muertos y, si bien al llegar los españoles con su catolicismo influenciaron de alguna manera la celebración, el México prehispánico ya tenía una fuerte y rica cultura de la muerte. Todo eso más los acontecimientos que se fueron sucediendo hasta nuestros días han ido sumando a esta celebración única donde se come, se canta y se prepara la "visita" de las almas que ya partieron. Pero para eso imprescindible un altar con... las famosas calaveras de alfeñique de vivos colores que las han hecho famosas en el mundo como representación de tan especial celebración y fruto de la mezcla de los rituales prehispánicos y el alfeñique, una receta moldeable de origen árabe muy popular en Al-Andalus y llevada por los españoles a un México que sin duda la perfeccionó y dotó de vivos colores para celebrar la vida de aquellos que ya no están con nosotros.
La historia de Skelita como personaje gira alrededor de todo este imaginario, pues interactúa activamente en las preparaciones del Día de Muertos y su color preferido (el de los mechones de su cabello) es el color caléndula, relacionado con el Sol y con la flor Cempasúchil que guía a los muertos de regreso a sus hogares.
Skelita levantó mucha controversia cuando ciertos sectores aseguraban que invitaba a los desórdenes alimentarios, pero es que Skelita no pretendía ser un standard de cuerpo a seguir, es un esqueleto que representa a la muerte y una parte de la rica cultura alrededor de ésta de un país y esto, si los adultos lo explican bien a los niños, no tendría que suponer ningún tipo de problema, al contrario, Skelita podría ser una buena aliada para empezar a enseñar a los niños la bella y rica cultura mexicana y explicarles de manera comprensible y no macabra algo que apartamos de sus vidas pero que nos va a llegar a todos irremediablemente, la muerte. De hecho denominador común de todos los personajes de la línea Monster High es que al ser hijos de monstruos famosos poseen atributos determinados que los hacen únicos pero que a su vez les hacen temer ser discriminados por ello así que bien explicado puede suponer una lección de empoderamiento y aceptación de todas las diferencias y particularidades que presente uno mismo o los que te rodean.
Desde su creación de la mano de Garrett Sander, los personajes de la línea Monster High siempre han demostrado tener un trasfondo cultural amplio donde poder escarbar a posteriori. Ya sea en forma de literatura romántica, leyendas de países gélidos o culturas antiguas como la egipcia o la mexicana estas muñecas ofrecían una oportunidad de oro de aprender a través del juego. Y es que en este siglo ¿podría ser que al dicho que dice que "el fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando" le faltaría un "primero jugando"?