Nombres


Las fashionistas son inclusivas, y está muy bien, pero el hecho de que tengan un número por "nombre" con una breve descripción (#67 Cactus Cutie) Tiene, en mi opinión, un mensaje humano demoledor: "somos un número con un outfit más o menos bonito"
Recordemos que, históricamente los humanos han sido numerados para borrar precisamente esa humanidad y la esencia única del individuo.

Y es que el nombre nos hace únicos y Ruth Handler le dió a su muñeca el más querido para ella, Barbie, diminutivo de su hija Barbara. Por supuesto Ken se llamaría como su hijo Kenneth pero eso no le probó muy bien al inteligente y sensible Ken Handler que hasta su muerte resintió el impacto del muñeco en él. Stacey tomó su nombre de la hija de Ken. "The Body Burden: Living in the shadow of Barbie" es el libro que ella escribió sobre su lucha con la obesidad y los trastornos alimenticios.

Por supuesto que nombrar tus creaciones por tus seres más queridos tiene detrás una buena intención y el impacto no podía haberse previsto ni tampoco el tremendo éxito de Barbie, no obstante, ese tipo de problemas suelen tener raíces más profundas como para señalar a la muñeca como única causa.

Los apellidos de Barbie y Ken, Barbara Roberts y Ken Carson apuntan en la dirección de Carson and Roberts, la agencia de publicidad que hizo que Mattel ganara montones de dinero. Luego Barbara Handler se casó con Allan Segal, así que el amigo de Ken fue Allan. Casualidad o no Allan desapareció cuando se divorciaron y reapareció en los 90. La muñeca Baby Cheryl fue nombrada por la primera hija de la verdadera Barbie y Todd fue nombrado por su hijo.

Otros nombres venían de la tele como Francie, presumiblemente inspirada en la serie Gidget de Sally Field a quién su padre llamaba Francie o podían ser apodos como Ruth Handler dice en Dream Doll:

"Incidentalmente le dimos a "Skipper (y a Skooter la amiga que se lanzaría) sus nombres porque los apodos graciosos estaban de moda a mediados de los 60"

...como la primera muñeca de la línea Barbie a imagen de una celebridad, Twiggy (palito), los nombres nos hacen únicos y, mientras los niños pueden dar otros nombres a sus muñecos durante el juego, cuando vuelven a la estantería son Barbie y Ken con un vínculo directo con ellos y por eso, a veces, se han llegado a cambiar los nombres adaptándolos a un determinado país para mayor atracción de público infantil como por ejemplo Miko y Whitney que fueron Marina y Laura en España en un tiempo en el que esos nombres estaban de moda y todos conocíamos alguna Marina o Laura en nuestra clase o en otros grupos.

De ese modo Barbie dejó de ser un objeto para convertirse en "ella".