La Sirenita

La Sirenita

A finales de los 80, Disney empezó su "Renacimiento" (89-99) con La Sirenita.
Disney no había tenido un taquillazo en años y quizás fuera por eso que la mayoría de compañías de juguetes, entre ellas Mattel rechazaron la propuesta de hacer una línea de muñecas de La Sirenita.

De acuerdo con las memorias del entonces presidente de Tyco Woody Browne #Disney les dijo:
"Vosotros (Tyco) estáis en el puesto número 11 de nuestra lista de las 7 mejores compañías"
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Finalmente Tyco aceptó e hicieron la línea de muñecos de La Sirenita en tiempo récord y a tiempo para el estreno de la película. Fue un éxito y el hecho de que se pudiera disfrutar en casa en VHS y de que se produjera una serie hicieron que el éxito se mantuviera.

La aventura de Tyco acabó cuando Mattel se dio cuenta del éxito y compró los derechos de todos los personajes de Disney pero esa Ariel de Tyco quedó siempre en el imaginario de muchos niños de entonces con su aspecto adolescente y esas bonitas colas estampadas de vivos colores que nos recuerdan más a los tejidos caribeños que a la linea de vestuario general de la película.

La Sirenita estuvo en el radar de Disney desde los años 40. El genial artista Kay Nielsen vio potencial en un rico mundo submarino mientras trabajaba en Disney e hizo un proyecto con dibujos exquisitos en su estilo único que iba desde sus orígenes nórdicos pasando por el art nouveau y el art deco hasta su amor por los Ballet Russes. Disney lo contrató en 1937 y trabajó en Fantasia pero Kay era demasiado oscuro y detallista lo que significaba costoso de producir, así que solo duró hasta 1941.
La guerra llegó y La Sirenita fue abandonada, Kay murió en 1957 pobre y olvidado, pero a finales de los 80 su material fue rescatado del polvo del archivo y el Renacimiento de Disney comenzó. Hicieron que la historia fuera menos trágica, le dieron a la protagonista un nombre, Ariel, y Glen Keane la dibujó inspirada en su esposa, pero dotándola del espíritu adolescente de actrices como Alyssa Milano.

Los ejecutivos querían que fuera rubia, pero el primer desafío de la película fue oscurecer los colores bajo el agua, y el rojo era más fácil de usar y se adaptaba mejor al tono especial de la cola que Disney creó. Además el rojo le daba un estilo pre-rafaelita como la pintura de Waterhouse "A Mermaid", "peine" incluido!

Pero, ¿qué sería de esta película sin su villana Úrsula? Úrsula se creó basándose en Divine, una drag queen encarnada por el actor Harris Glenn Milstead (Hairspray). No querían una villana demasiado guapa porque más adelante en la trama se convertiría en Vanessa, así que hicieron algunos bocetos para Ursula como una mantarraya inspirada en Joan Collins o un pez escorpión, pero uno de ellos inspiró especialmente al letrista y uno de los hombres fuertes de Disney, Howard Elliot Ashman por su gran parecido con Divine, con quien Howard estaba familiarizado, siendo ambos de Baltimore.

"Parece una matrona de Miami Beach, jugando al Mah Jong en la piscina".
Howard Elliot Ashman

Y es que Howard E. Ashman no solamente perfiló a Úrsula, también le cambió el origen a Sebastián, que en un principio iba a ser inglés, por un origen jamaicano que les permitió incorporar ritmos caribeños a sus canciones con gran éxito.

Por supuesto ni Úrsula ni Sebastián estaban en la historia original de Hans Cristian Andersen, mucho más oscura. En ella los humanos viven mucho menos que las sirenas y van al cielo, pero las sirenas sin alma simplemente dejan de existir después de 300 años de vida para convertirse en espuma de mar. La Sirenita cambia su voz por piernas que dolerán como caminar sobre cuchillos y parte del alma del príncipe pasará a ella si gana su corazón, pero no lo hace. El príncipe se casa con una princesa que cree que es su salvadora y la bruja le da a la sirena una daga para que lo mate para volver a ganarse la cola y vivir una larga vida. La Sirenita no puede hacerlo así que se lanza al mar convirtiéndose en un espíritu del aire gracias a su abnegación y, después de 300 años de buenas obras, subirá al cielo. 

Desde luego La Sirenita hubiera sido muy diferente de haberse hecho en los años 40, sobretodo si se hubiera acercado más al cuento original. Nunca sabremos cómo hubiera sido pero quizás no hubiera tenido el impacto que tuvo en los 80 que nos hizo querer, a los niños de entonces, revivir aquel mundo bajo el mar en nuestras pequeñas habitaciones.

by The Barbiest 

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