El renacimiento de Disney


Los 90 fueron los años del llamado "renacimiento de Disney" en los que los estudios fueron encadenando éxitos después del inicial de La Sirenita en 1989. A niños y adultos les gustaba el formato musical de sus largometrajes con esos personajes sacados de cuentos clásicos que pedían materializarse en las manos de los niños en forma de muñecos con los que poder proyectar a través del juego las ideas y los sueños que las películas nos habían dejado.

Este renacimiento vino precedido por una época de gran oscuridad para Disney después de morir Walt y Roy pero de repente a finales de los 80 parece que todos los genios se juntaron y de entre todos ellos Howard Elliot Ashman fue "el hombre que le dio voz a una sirena y alma a la bestia" pues con sus letras y su visión daba vida a las historias e inspiración a los animadores. Por desgracia murió de Sida después de La Bella y la Bestia, aunque aún pudo hacer las canciones más emblemáticas de Aladdín.
Tanto talento valió un trato Disney-Mattel para producir los juguetes de las películas, después del rechazo inicial de la línea de La Sirenita que permitió a Tyco hacer los muñecos de esta primera película hasta el 92 y con bastante buen gusto, por cierto. El caso es que la relación Disney-Mattel nos dejó colecciones memorables de muñecos con cuerpos de Barbie y moldes faciales hechos a imagen y semejanza de los personajes que hacían las delicias de nosotros, los niños de entonces, y personajes como la Bella y la Bestia, Pocahontas o Tarzán entre otros muchos, llenaron nuestras habitaciones de historias que continuamos. Con un solo objeto podíamos estar sobrevolando Agrabah o en la China Imperial.

Ni que decir que esos artículos son ahora objetos preciados por coleccionistas y nostálgicos pues conservan todavía esa capacidad de transportarnos a "un mundo ideal" pero ese tipo de sortilegio no caduca y sigue seduciendo a niños y mayores generación tras generación.

by The Barbiest.