Barbie muñeca de trapo.


¿Quién no ha tenido nunca una muñeca de trapo? Su suavidad y fácil elaboración las han hecho perfectas para ser un primer juguete que dar a los más pequeños desde tiempos inmemoriales para confortarlos y con el que se empieza a enseñar a los niños a cuidar a los demás. En tiempos pasados esta enseñanza era algo relegado exclusivamente a las niñas pero, afortunadamente, hoy en día está más extendido a ambos sexos con beneficios demostrables como el aumento de la autoestima, la creatividad y el desarrollo de la empatía.

Su antigüedad exacta es difícil de fechar, pues al ser un artículo tan fácil de realizar se pudo hacer con materiales perecederos que no hayan llegado a nuestros días pero sí que se han encontrado ejemplares de papiro o trapo egipcios y romanos en tumbas de niños. El caso es muchas civilizaciones desde que el hombre viste ropa tejida hicieron este tipo de muñecas como algo cotidiano, en algunos casos incluso para rituales con fines mágicos, o incluso con fines más adultos pero lo que sí es cierto es que este tipo de muñecas son continentes de miles y miles de historias.

Cosa curiosa es que en los 90, Barbie tomara inspiración de las muñecas de trapo y se convirtiera, en parte, en una de ellas. Diseñada para confortar a los más pequeños, la primera edición, Bedtime Barbie, estaba disponible en versión afroamericana y caucásica, tenía un cuerpo blando con camisón afelpado y zapatillas incorporadas a juego y brazos, cuello y cabeza de vinilo con larga y abundante cabellera muy poco práctica de limpiar. El maquillaje era termosensible y hacía efecto de ojos abiertos o cerrados al aplicarle agua fría o caliente. Este atributo se conservó para la segunda edición, Slumber Party, con pijama, mucha menos cantidad de cabello, y más adecuada para soportar accidentes nocturnos. Se podía encontrar también en versión caucásica y afroamericana pero esta vez acompañada de sus amigas Midge y Teresa e incluía estrellas luminiscentes y una funda de plástico transparente para portar a la muñeca a fiestas de pijama con amigas, como sugería el marketing, de vacaciones o a casa de los abuelos.

Prototipos de princesas Disney blanditas haría Mattel que no llegaron a comercializarse y ya en 2002 se lanzó la última Barbie con el cuerpo de trapo, Dreamglow. Esta llevaba ya un maquillaje fijo, pijama, lamparita y estrellas luminiscentes a juego con sus mechas recogidas en dos colas. De nuevo se podía encontrar en versión caucásica y afroamericana junto a su amiga Teresa pero a excepción de Teresa que conservaba aún su molde del 90 la versión caucásica cambiaría su molde Superstar por el Generation Girl y la versión afroamericana estaba representada por el molde Asha de la linea Shani en vez del New Christie del 88.

Y es que aunque "las niñas quisieran jugar a ser niñas más mayores" como decía Ruth Handler al final niños y adultos necesitamos que nos conforten en la oscuridad de la noche.