Art Deco

Art Deco

Disfrutemos del Art Deco, ese movimiento que influyó el arte a todos los niveles, desde la arquitectura, pasando por el mundo del cine y, por supuesto, la joyería.

En el suspiro que fue el periodo de entreguerras del siglo XX es cuando este movimiento surge y florece aunque se venía gestando desde la presentación de las vanguardias (cubismo, constructivismo, futurismo...) , primero por parte de unos pocos artistas dedicados a las artes decorativas, aunque no sería hasta 1925 con la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes, que el Art Deco no entraría con fuerza en todos los ámbitos de la vida occidental. Este nuevo movimiento ya no se inspiraba en la naturaleza y en sus formas sinuosas. Ahora buscaba formas geométricas que se podían encontrar en la maquinaria, en las construcciones hechas por la mano del hombre y en una tecnología que generó fascinación por el sector automóvilistico. Como dijo el joyero parisino Raymond Templier:

"Cuando camino por las calles, veo ideas para joyería por todas partes, las ruedas, los coches, la maquinaria de hoy en día"

Otros temas que influyeron el Art Deco y que se reflejaron en joyería fueron el orientalismo, esa pasión por culturas como la china y la japonesa, y el exotismo de los Ballets Russes con el que Diaghilev encantó al público parisino además del Antiguo Egipto ya que en 1922 se realizó un monumental hallazgo que impactó al mundo, la tumba de Tutankhamon. Tanto es así que el joyero Pierre Cartier diría en 1923:

"el descubrimiento de la tumba traerá algunos cambios radicales en la joyería de moda”

Y no se equivocó, formas de escarabajos, pirámides, jeroglíficos y rayos de sol invadieron las creaciones asociadas al movimiento a todos los niveles y, por supuesto, también en joyería.

Pero nada de eso hubiera tenido esa repercusión sin la industria del cine y sin las "influencers" del momento, las actrices del Hollywood más dorado. Todaa las actrices, desde las silenciosas vamps de los años 20 hasta las sonoras sirenas de los años 30, llevaron espectaculares joyas en las películas que un público con ganas de vivir, bailar y disfrutar consumía con avidez.

Y es que la joyería reflejó a la perfección el geometrismo y la simetría con diamantes o piedras de cristal facetados, cortados en esmeralda o baguette y con gran predominio del blanco y negro. El blanco se conseguía a base de diamantes, cristal y oro blanco, presentado en 1915 como alternativa al mucho más costoso platino, y el negro se obtenía a base de esmalte o con onyx.  No obstante, en muchas ocasiones, la pieza se realzaba con motivos de algún bonito color en esmalte o piedras como esmeraldas, rubíes etc o su imitación en cristal.

Los materiales iban en función del presupuesto para realizar la pieza aunque, a veces, el valor de la pieza no era directamente proporcional al poderío económico de su portadora pues
fue después de la Primera Guerra Mundial que Coco Chanel democratizó la joyería al crear un concepto novedoso que ponía a merced de cada conjunto de vestir, piezas de joyería que lo completaran imitando materiales preciosos con otros más baratos, engañando al ojo y poniendo la joyería al alcance de todo el mundo.

De todos modos no faltaron grandes joyeros como Cartier, Fouquet, Van Cleef & Arpels, Boucheron o Templier que crearon verdaderas obras de arte y firmaron las más bellas piezas de joyería fina.

Pero como nada es para siempre el Art Deco fue muriendo al llegar los años 40 cuando una brutal tormenta se cernía sobre el mundo. Una tormenta que forzosamente cambiaría a la humanidad para siempre a todos los niveles y que volvió a cambiar las reglas del juego, del arte y de la moda acabando con uno de los movimientos artísticos más ricos del siglo XX.

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