Anastasia
Anastasia... esta película de la Fox se basó en una película de los años 50 que a su vez estaba inspirada en una obra de teatro basada en la historia de Ana Anderson quién durante años afirmó ser la verdadera Anastasia.
La película de animación es un maravilloso cuento de hadas para niños y mayores pero por desgracia cualquier parecido de esa historia con la "realidad" fue pura coincidencia.
Anastasia era la cuarta hija de los zares de Rusia Nicolás y Alexandra. Por aquellos tiempos la corona necesitaba un sucesor varón y después de un matrimonio por amor pero a temprana edad, cuatro hijas y muchas presiones a la zarina Alexandra, nació el zarevich Alexei con la mala suerte o la consecuencia por consanguinidad de ser hemofílico, condición en la que el paciente sufre de derrames por culpa de la mala coagulación de la sangre lo que pone en peligro su vida y en este caso también para la sucesión al frente del imperio.
En cualquier caso los zares eran unos abnegados padres que amaban profundamente a todos sus hijos y, pese al mal pronóstico del zarevich, lo cuidaban cuál delicada flor pero quiso el destino que en un momento de desesperación por la salud del niño en el episodio que parecía iba a ser fatal, entrara en juego un oscuro personaje, Rasputín.
Alexandra, madre doliente de un niño enfermo, se aferró al clavo ardiendo que fue Rasputín y sus "poderes curativos" por el bienestar de su hijo pero esto a la larga no le haría ningún bien. La condición del zarevich, la guerra con Japón y los misteriosos devaneos de Rasputín en el Palacio, entre otras cosas, no ayudaron nada a la popularidad de una Familia Imperial que vió el surgir de la Revolución Rusa y fue arrestada en agosto de 1917.
Eventualmente fueron llevados a la Casa Ipatiev de Ekaterinburgo donde toda la familia y algún miembro del staff fueron fusilados la noche del 16 al 17 de Julio de 1918.
Un par de años más tarde Franziska Schanzkowska es internada en un centro psiquiátrico tras un intento de suicidio. Al principio es conocida como Fräulein Unbekannt (señorita desconocida), luego diría llamarse Ana Anderson para en 1922 clamar que era la Gran Duquesa Anastasia. Después de algunas leyendas urbanas que contaban la historia del escape de la masacre de uno u otro de los niños Romanov, el hecho de poder encontrar a una de las niñas viva llenó de esperanza a familiares y cuidadores. Algunos creyeron en ella, otros aún y no viendo parecido físico dieron el beneficio de la duda por el impacto que pudiera haber dejado en su físico un trauma de tamaña magnitud pero las personas más cercanas a los niños no reconocerían en ella a la Gran Duquesa Anastasia, mucho menos su tía Olga con quién la niña habría tenido especial afinidad.
Con estos encuentros la abuela de la niña, ya mayor y rota de dolor, no querría ni ver a la supuesta Anastasia. Al final, después de una investigación privada financiada por su tío Ernst de Hesse se conoció la verdadera identidad de Anderson, Franziska Schanzkowska.
Ya en los 90 los cuerpos cinco miembros de la familia Romanov, los padres y tres hijas, fueron exhumados de la fosa común en la que se encontraban y los avances científicos permitieron que su ADN, por parentesco, fuera comparado con el de Felipe de Edimburgo. Por una alta coincidencia se confirmó que eran los Romanov pero la falta de dos cuerpos volvió a alimentar leyendas hasta unos años después cuando en 2007 se exhumaron dos cadáveres de una segunda fosa siendo, posteriormente, identificados con una probabilidad alta como los cuerpos de los otros dos hijos de los zares, María y Alexei.
Se ponía fin de esta manera a los numerosos impostores que decían ser niños Romanov y en cuanto a Ana Anderson... se comparó su ADN con un sobrino nieto de Franziska Schanzkowska (presumiblemente ella misma) y se encontraron coincidencias en él.
Pese a todas los pruebas genéticas realizadas a través de los años, aún hay quién, hoy en día, no cree que los cuerpos identificados sean los de la Familia Imperial Rusa. Para algunos la leyenda de Anastasia sigue viva.